martes, 20 de marzo de 2012

ADICCIÓN AL VÉRTIGO

Un adicto es alguien que no puede evitar consumir, esto es condición para poder definirlo como tal. No poder evitarlo no siempre es la contrapartida de querer evitarlo.

Hay quienes detrás de una búsqueda de placer y aventura esconden estados de angustia o vacío.

La persona disfruta de aquello que domina y no de lo que lo domina a él, en estos casos el problema es que no pueden dejar de hacerlo ni disfrutar de otra manera que no sea esa.

La explicación fisiológica de este tipo de comportamiento, los investigadores aseguraron que hay que buscarla por el lado de la secreción de adrenalina la cual produce efectos químicos a nivel del organismo que se traducen en sensaciones que evocan las del orgasmo ya que también en la sexualidad se produce adrenalina.

Además,la producción de adrenalina estimula la liberación de dopamina en el sistema nervioso central, una sustancia que provoca sensación de bienestar anímico.

Dicen que establecer un límite es justamente el problema y en este sentido el límite varía con cada sujeto sometido a este tipo de conductas compulsivas.


                                   
El rango va desde los sujetos que se acotan a la práctica de deportes de riesgo por ejemplo en las vacaciones hasta un piloto de acrobacia aérea que termina estrellándose con su avión.

En ese sentido, los riesgos son los mismos que para cualquier conducta adictiva, es decir el problema comienza a partir de que la conducta maneja a la persona y no a la inversa.

Hay muchas personas que actualmente están en tratamiento y que suelen solicitar ayuda profesional, ya sea por haber sentido que estuvieron al borde de la muerte (con lo cual el placer se transforma en algo del orden del pánico), o bien por la presión de sus afectos y el riesgo de perderlos.

El tratamiento indicado para estos sujetos está en la línea de las psicoterapias, ya sea tradicionales como el psicoanálisis o cualquier alternativa que tenga la base en el tratamiento por la palabra, esto es porque si bien la medicación puede ayudar no cura.

Y justamente cuando hablamos del problema del límite esto está en el corazón del desarrollo de sus afectos primordiales, es decir el problema se origina en el modo en que fueron criados por sus padres por lo tanto la cura necesita de la elaboración a través de otro y su palabra.

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