sábado, 12 de mayo de 2012

LA MEMORIA

EL TIPO DE MEORIA SUELE DEGRADARSE AL ENVEJECER

Cuando nos hacemos mayores, las neuronas mueren, y neurona que muere ya no resucita.

Aparte de enfermedades cerebrales específicas, el cerebro sufre un desgaste normal al envejecer. La memoria, en sus diversas facetas, es una de las habilidades mentales que más se resiente con la edad avanzada. Han analizado ahora qué componentes cerebrales de la memoria fallan más con el envejecimiento.

Los resultados obtenidos en estudios previos, parecía apuntar a que sería la memoria espacial la más afectada por el envejecimiento. Pero han descubierto que el cerebro envejecido parece tender más a perder su capacidad de reaccionar a indicios que indican cuándo es el momento de dejar, aunque sea momentáneamente, la tarea en la que se trabaja, para pasar a ocuparse de otra. Esto concuerda con la dificultad que tienen las personas de la tercera edad para hacer varias cosas al mismo tiempo, y explica la causa precisa.

Los neurólogo estudian el impacto del envejecimiento en la memoria de trabajo, el tipo de memoria que nos permite recordar que la cena está cocinándose mientras hablamos por teléfono, y que no podemos dejarla demasiado tiempo al fuego o se quemará. Examinaron la actividad cerebral en la corteza prefrontal medial de ratas jóvenes y viejas. Esa corteza está relacionada con la memoria espacial de trabajo, el tipo de memoria que nos permite saber dónde hemos dejado hace un rato dos objetos que hemos estado usando.
La capacidad de cambiar entre tareas tiene una importancia crítica para muchas actividades cotidianas.La capacidad de cambiar entre tareas tiene una importancia crítica para muchas actividades cotidianas, tanto en el hogar como en el puesto de trabajo. Los errores del cerebro en vigilar cuándo es el momento de cambiar momentáneamente de actividad es lo que hace que una persona que charla por teléfono olvide sacar del fuego la comida antes de que se queme.

                                                     
También encontraron que las neuronas en la corteza prefrontal medial de las ratas de mayor edad reaccionaron más lentamente a las señales que indicaban que había una recompensa disponible. Por el contrario, estas señales dispararon de inmediato una respuesta en las ratas jóvenes.

Las neuronas en las ratas viejas emitieron menos impulsos en respuesta a los indicios que predecían una recompensa. Estas ratas no lograron reaccionar de manera inmediata a los indicios.

Los investigadores esperan que mediante un mejor conocimiento de los mecanismos en la memoria de trabajo sea posible algún día hallar tratamientos para refrenar o quizás incluso eliminar el deterioro de estas funciones cerebrales.

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