EL VIAJE A LAS MONTAÑAS DE LAS MUJERES VIOLADAS.
Un domingo, por casualidad llegó un periódico a mis manos y en el centro del periódico habían unas crónicas. Una en especial, me pareció macabra. Hay que ver lo que hacen con las mujeres en el Congo.
En varios días contaré la crónica que aquel día leí.
Cuando llegaron a un poblado, lo primero que vieron fué a una mujer que había acabado de dar a luz a un bebé.El bebé era de una violación de cuatro soldados, nueve meses antes.
Ella estaba contenta, porque su madre estaba a su lado, y ahora tenía algo muy preciado para ella, pero su novio que al principio estaba a su lado, luego se fué con otra mujer, y en cambio su padre estába muy enfadado con ella porque creia que ella se ofreció al hombre que la violó y está avergonzado con su hija.
En lo alto de las montañas de la zona fronteriza con Burundi dice en unos carteles: "Un verdadero hombre no viola a las mujeres", escrito en francés y swaili. Estos mensajes los pusieron gente de la ONU para que no hubiera violencia sexual, pero ningún hombre hace caso.
Es una región fronteriza con Burundi y Ruanda, y han habido muchas guerras, con lo que todas las milicias que han pasado por allí, han hecho la violación como su arma de guerra.
Hace dos años, hubo una noche negra donde todas las mujeres de un poblado fueron violadas.
Los soldados fueron choza por choza buscando a las mujeres que encontraban en su interior y violandolas delante de su familia para humillar a la etnia rival, para hacerle hijos al enemigo.
Y lo peor de todo, que la única ley que hay es la del SILENCIO.Nadie habla ni denuncia.
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